De noches: Soliloquios de madrugada y trasnochos.





Es  éste un cuento producto del desvelo. Escrito a cuatro manos por dos personas,  con dos historias que por separado,  terminan encontrándose  para crear un par de personajes, envueltos  en identidades que van a la deriva.  Porque cuando no hay nada que perder, ¿Qué más da?.



si yo escribiera una historia de amor comenzaria asi:

la noche fría que demanda compañía, cayo sobre ella y abrazo su noche. Busco en su mesa de noche, recorría la gaveta a ojos cerrados, era un ejercicio mecánico eso de buscar a memoria y no encontró su dildo. Inopinadamente pensó que después de todo su vecino no era tan desagradable. Tomo una copa de vino y lo llamo(...) 


Julia Sommer Y sonó el teléfono en medio de la noche. Ya estaba yo, dispuesto a pensar obscenidades y a tratar de conciliar el sueño, obviando los problemas y deudas, omitiendo todo lo que me abruma la noche. Había sido un domingo, uno aburrido para variar. ¿Qué es lo que pasa con el domingo?, ¡qué día tan embrujado!. El aura de domingo nos rodea a todos, como capa que se mezcla con el aire y dificulta nuestra capacidad motriz, es por eso que la gente duerme los domingos y se rasca la barriga. Entonces contesté, en realidad no supe ni quién era, a mí nadie me llama tan tarde.. 
- Con quién hablo?, pregunté

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Jorge Santiago Luna y con el desdoblamiento de personalidad que el vino nos inyecta, musite un hola con una voz que no parecia mia. Y hasta ahi mi acto de emancipacion femenina y deje todo en sus manos de hombre torpe (casi la historia de la humanidad)

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Julia Sommer Ah hola, cómo te va? fue lo que dije. Creo que pude ser mas elocuente, pero era lo de menos. Una llamada ya entrada la noche, de una mujer que vive a unos cuantos pasos de mi apartamento sonaba prometedor. Y lo era. Escuché su respiración algo agitada. Estás bien?

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Jorge Santiago Luna para amelia, el vino era como un amante a medias. La agitaba y le estampaba una gran sonrisa pero no iba mas alla, era como desear a un eunuco. Nada mas infructuoso. Al otro lado de la bocina, debía escucharse como desesperada, nada mas cierto, buscaba quien terminara el trabajo que empezo la botella de vino.

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Jorge Santiago Luna Por su mente pasaron excusas muy banales para hacerlo pasar a su celda de candados abiertos, pero sonaban algo pueriles, casi al borde de parecer intro de pelis porno muy mal iluminadas

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Jorge Santiago Luna antes de lanzarse al vacio tomo aliento...-ven a mi apartamento

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Julia Sommer No lo pensé dos veces. Ya no tenemos tiempo para tanta nimiedad. Que ella fuera directa me dio pie para serlo también. Nunca lo fuí, con nada ni nadie. Las mujeres son criaturas complejas, indecisas y locas, proveedoras de placeres exhorbitantes. Y ahí estaba ella, cual caviar en bandeja. Me puse los zapatos y salí de mi apartamento. Sólo toqué una vez, aquél espantoso timbre...

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Jorge Santiago Luna el timbre sonó mas ronco que de costumbre, y en tiempo-vino casi duro un minuto su voz de barítono. Al abrir la puerta vio personalizado la imagen de su desesperación, sintió algo de vergüenza, pero el cinismo cultivado por tantos años le hizo pasar por alto esa sensación de blasfemia con un simple alzar de hombros.Le dijo "pasa" con una voz que aun no reconocía- el vino era su nuevo traje de superheroina. el vino era su antifaz y la vez era el proveedor de su ya conocido cuasi-superpoder: INMUNE AL EPITETO DE ZORRA U OTRA ACEPCION DE ESTA PALABRA 

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Julia Sommer Quién era esta mujer, que jamás había visto?. Parecía desvestirlo con la mirada, tenía esos ojos atrapantes y cautivadores. He ahí un pobre individuo, sobrio viendo el balanceo de sus piernas cuando ella las cruzaba, y la delgada línea que las dividía. Rojas eran las bragas que llevaba. Él estaba perplejo, pero lograba hablar con naturalidad y le seguía la corriente a amelia, quién hasta ahora empezaba a existir en el mundo de un tipo normal como martín, uno como cualquier otro.

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Jorge Santiago Luna la ventaja de tratar con hombres es su predecibilidad. Ellos van del punto 'a' al 'b' en linea recta. a diferencia de nosotras que antes de llegar a 'b' ya hemos pasado por 'c' o 'd' o 'z', asi que aprovechando esa particular seña de todo hombre, ahora una ventaja, le di todas las señales, y como el automata que es respondio. le habia mostrado el camino para llegar al punto 'b'. Me decia muchas tonterias que gracia al super poder de la sordera que me prodiga el vino, cassi no lo escuche. Asi que me decidi a cortar tantas sandeces y esa amelia que no reconocia le dijo: solo una noche.

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Julia Sommer Quise ser..En realidad no quise ser nada. Sentía que me aprovechaba y a la vez, sentía que ella quería que se le aprovecharan. Los ademanes de su cuerpo me invitaban pero yo no deseaba una sola noche. Sin embargo se la daría, sin reproches. Amelia me rodeó con sus brazos, puso su mano en mi cuello y se acerco lo suficiente como para que yo sintiera su respiración. Olía ese aliento a vino barato y veía esa cara de trasnochos y amoríos furtivos. Aquí estoy para que me anotes en tu diario Amelia, escribas tus nostalgias de siempre, aquí estoy para entretenerte esa vida que llevas a ninguna parte. Es lo que quieres y lo que tendrás. Me quité de encima sus brazos , la agarre con fuerza por las muñecas contra el destartalado mueble la sala, le quite le blusa y pensé.. Vamos a ver con qué vas a salir..

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 Jorge Santiago Luna comenzamos a bailar esa pieza de baile que ya conocia. La misma cancion, diferentes parejas. Martin dejo ir su ola de masculinidad sobre mi, a ratos abria mis ojos y el tenia los ojos cerrados. No reconoci a ese niño que retozaba sobre mi. Dos seres queriendo ser uno, cuanta osadia. Por momentos acompasabamos nuestras respiraciones y eramos un ser de una cabeza, un cuerpo, y una sola mision. Dos seres solitarios sumidos en una sola saliva. Dos seres solitarios habitando esta isla de gemidos y herejias sin verguenzas. El vino me hace mas sensible a su olor, que en otras circusstancias me hubiese parecido desagradable...pero ahora somos uno, ese olor tambien es mio. ese olor soy yo.

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Julia Sommer Te vi diferente amelia. Después de todo y debajo de esas capas de vino, eres una mujer frágil y solitaria. Delineo con las llemas de mis dedos los contornos de tu cuerpo. Eres como un lienzo en blanco y me dispongo a colorearte, trazo a trazo, pongo una sonrisa en tu cara. Tal cual diría Lorca " Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos", me aferraba por si te ibas, aun con esa cara de complacencia. Juego con tus pies y tus piernas. Te muevo, te mueves y proseguimos. Me miras y te recorro.La geografía de tu cuerpo ahora me resulta fluvial, el pequeño rio Amelia que pierde su cause y desemboca imparable justo donde empiezan mis alientos.

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 Jorge Santiago Luna amelia esperaba poco de martin, solo esperaba de un leve contacto humano, algo que le confirmara su sentido de pertenecia a esta cofradia de enajenados amantes de las jerarquias. Martin, hombre ejercito, martin el hombre de la sombra ahora con luz propia, aposto por el caballo de aparente menor cuantia y he aqui este caballo de herraduras mal montadas, ganado la carrera. La hizo sentir niña. Tuvo que abrir los ojos, casi desorbitados para reconocer este hombre-himalaya. ya no quedaba rastro de vino en su organismo, ahora estaba embriagada de martin. martin-alcohol, martin-vino...Amelia, o amelia mujer de las mil batallas, has encontrado tu waterloo. Otro francis drake que sucumbe impotente en la ciudad amurallada...Pero derrota con sabor a victoria.

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Julia Sommer Cuando despiertas un día de domingo no esperas que acabe como acabó. Amelia invadió no solo esa noche sino también la semana entera y muchas noches venideras. Sin buscarme me encontré, y lo hice en las montañas perdidas, justo en la cúspide, de alguien más. Decidí no abatirme contra esa marea imponente que se me avecinaba, en vez, preferí irme con ella, a su lado. Que tus olas me revuelquen una y mil veces Amelia, porque si de mí no ha de quedar nada, habré de re-construirme de todas formas, como el castillo de arena que se lleva el mar. Así de delgadito es esto, tan fácil como es que vengas y te vayas para que me destruyas y me lleves contigo en la profundidad de tu ser esquivo y humeante, con sabor a mora, con sabor a todo.

Entonces abrí los ojos y no te ví, nunca más te ví.
Jamás te olvidé.

Fin

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Comentarios

hardskapunk ha dicho que…
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